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Ramadán: El Mes del Ayuno

Introducción

El ayuno es una forma común de culto entre las distintas religiones del mundo. Sus beneficios espirituales son ampliamente reconocidos, aunque su frecuencia, práctica y duración pueden diferir de una fe a otra. El Islam concede gran importancia al ayuno, considerándolo uno de los pilares del culto, junto con la oración, la caridad y la peregrinación.

El Corán, 2:183

¡Oh, creyentes! Se os prescribe el ayuno al igual que les fue prescrito a quienes os precedieron, para que alcancéis la piedad.

El Islam enseña que Dios ("Alá" en árabe) envió a muchos profetas desde el principio de la raza humana, entre ellos Adán, Noé, Abraham, Moisés, Jesús y Muhammad (la paz sea con todos ellos (ﷺ)). Por ello, el islam comparte con el cristianismo y el judaísmo valores fundamentales como la creencia en Dios y el compromiso con la justicia y la virtud. Del mismo modo, el ayuno, de una forma u otra, es común a las tres religiones abrahámicas y, de hecho, a la inmensa mayoría de las religiones del mundo.

En el Islam, el ayuno es uno de los principales actos de culto y un medio para alcanzar la conciencia de Dios. Además de los aspectos físicos del ayuno, sus dimensiones espirituales purifican el alma, inculcan la autorreflexión e inspiran una vida virtuosa.

Ramadán: Un Retiro Anual

El Ramadán es una época de renovación espiritual. Restringimos nuestra conexión con el mundo material en favor del espiritual, aumentando la conciencia de Dios, la autodisciplina y la reconexión con nuestro propósito: adorar sólo a Dios y llevar una vida virtuosa que le sea agradable. Es un tiempo de misericordia, generosidad, comunidad y Corán.

El Ramadán es el noveno mes del calendario lunar islámico, que comienza con el avistamiento de la luna nueva. Durante este mes, los musulmanes de todo el mundo están obligados a abstenerse completamente de comida, bebida y relaciones sexuales desde el amanecer hasta el anochecer, culminando con una liberación de las restricciones al atardecer. El ayuno, según las enseñanzas del Profeta Muhammad ﷺ, se rompe con dátiles seguidos de una comida que varía de una cultura a otra.

Sin embargo, el ayuno no es obligatorio para quienes constituya una dificultad. Por ejemplo, las personas enfermas o de viaje pueden posponer su ayuno hasta que termine su enfermedad o viaje. Los ancianos, los débiles, los enfermos mentales y los que padecen una enfermedad crónica que les impide ayunar, están exentos durante el Ramadán. Pueden alimentar a una persona necesitada por cada día perdido, si pueden permitírselo.

El ayuno se observa como un acto de obediencia a Dios, para el que Él ha reservado bendiciones especiales. El ayunante es recompensado por todas sus buenas acciones. Además, según un dicho del Profeta Muhammad ﷺ, a quien ayune y rece durante el Ramadán con intenciones puras se le perdonarán los pecados pasados.

Ayuno en Ramadán: Beneficios Físicos, Espirituales y Sociales

Al mismo tiempo, el Profeta Muhammad ﷺ enseñó a sus seguidores a ser conscientes del significado más profundo de su ayuno, diciendo: "Quien no abandona la falsedad en palabra y obra, Dios no tiene necesidad de que abandone su comida y bebida." Por lo tanto, el ayuno es multidimensional - junto con los aspectos físicos del ayuno, uno debe nutrir también los elementos sociales y espirituales para beneficiarse plenamente del ayuno. Al abstenerse de comer y beber, los musulmanes se centran también en superar las cualidades negativas y cultivar las virtuosas. 

En esencia, el ayuno en el mes de Ramadán es una oportunidad anual para que los musulmanes se revitalicen física y espiritualmente. El ayuno desvía el corazón de los asuntos mundanos hacia el recuerdo de Dios. Durante el Ramadán, los musulmanes se centran en fortalecer la relación con su Creador. El autocontrol practicado en Ramadán hace que el corazón y la mente se acostumbren al recuerdo de Dios y a la obediencia de Sus mandamientos.

Ayunar durante el Ramadán es, por tanto, un régimen espiritual y una reorientación para el cuerpo y la mente. Es un tiempo para la reflexión espiritual, la oración y las buenas acciones. La limpieza espiritual durante el mes de Ramadán tiene como resultado una renovada determinación para adorar a Dios durante todo el año.

Cuando llega el mes del Ramadán, se intensifica el sentimiento de comunidad. Las familias musulmanas suelen levantarse juntas antes del amanecer para desayunar temprano. También se invitan unos a otros a romper juntos el ayuno, lo que crea amistad y vínculos más fuertes entre vecinos, familias y amigos. Muchas personas también llevan comida a las mezquitas para compartirla con la comunidad, especialmente los pobres, los necesitados, los viajeros y los que no tienen familia. También acuden juntos a la mezquita para las oraciones nocturnas del Ramadán.

Un Mes de Crecimiento Espiritual y Superación Personal

El ayuno pretende inculcar al individuo autodisciplina, empatía y compasión. Durante este mes, los musulmanes están motivados para aumentar su generosidad. Se les anima a compartir las bendiciones que Dios les ha proporcionado dando generosamente en caridad porque la riqueza se considera una confianza de Dios.

De hecho, el ayuno hace que las personas sean más conscientes de las muchas bendiciones de Dios. Experimentar el hambre y la sed nos permite sentir la desesperación del hambre y nos lleva a empatizar con quienes no saben cuándo comerán su próxima comida. El ayuno nos permite experimentar una vez al año lo que muchos en todo el mundo experimentan casi a diario. Para ellos, el hambre no es una elección; es simplemente un hecho de la vida.

El ayuno también nos recuerda la importancia de apreciar lo que tenemos y minimizar el despilfarro. Desde Su generosidad, Dios nos agracia continuamente con Sus favores, y el ayuno refuerza el concepto de que malgastar las bondades del Creador es un signo de ingratitud hacia Él.

El Ayuno: Una Fuerza, No Una Debilidad

El ayuno aumenta la resistencia. Como el año lunar cambia continuamente, los musulmanes viven el Ramadán en distintas estaciones, desde los largos y lentos días de verano hasta las cortas y crujientes semanas de invierno. Los musulmanes de todas las clases sociales cumplen con sus obligaciones laborales independientemente del tiempo y del ayuno, aunque a menudo con un horario reducido; esto incluye tanto a profesionales como a trabajadores manuales, como vendedores ambulantes y jornaleros. En los países donde los musulmanes son minoría, mantienen una gran carga de trabajo con el estómago vacío, compaginando su culto añadido por la mañana temprano, por la noche y los fines de semana con sus rutinas normales de trabajo.

Los deportistas musulmanes siguen practicando y juegan a pesar del ayuno. Hakeem Olajuwon, jugador profesional de baloncesto retirado de la NBA, fue ampliamente reconocido no sólo por jugar al baloncesto durante el Ramadán, sino también por jugar bien. En febrero de 1995, fue nombrado Jugador del Mes de la NBA; por cierto, ese año el Ramadán empezó el 1 de febrero. Olajuwon ha servido de inspiración a muchos otros jugadores que consiguen rendir en el campo o en la cancha con gusto incluso cuando hace horas que no han tomado agua ni comida.

El Mes del Corán

Dios comenzó a revelar el Corán al profeta Muhammad ﷺ durante el Ramadán del año 610 d.C. El Corán, la última revelación de Dios, suele leerse y memorizarse en su lengua árabe original, preservando así el orden y la estructura divinos de este libro. En Ramadán, se anima a los musulmanes a dedicar el mayor tiempo posible a leer, escuchar y comprender el Corán como medio de acercarse a Dios.

Una de las formas en que los musulmanes se acercan al Corán durante el Ramadán es a través de largas oraciones congregacionales ofrecidas al atardecer, tras la ruptura del ayuno. A lo largo del mes, se suele recitar todo el Corán en estas oraciones nocturnas. Es una oportunidad para que los musulmanes se conecten espiritualmente con Dios y reflexionen sobre Sus palabras de guía.

El Corán, 2:185

En el mes de Ramadán fue revelado el Corán como guía para la humanidad y evidencia de la guía y el criterio. Quien presencie la llegada de [la Luna nueva de] el mes deberá ayunar, pero quien esté enfermo o de viaje [y no ayune] deberá reponer posteriormente los días no ayunados y así completar el mes. Dios desea facilitaros las cosas y no dificultároslas; alabad y agradeced a Dios por haberos guiado.

Las Noches Más Sagradas del Ramadán

Los musulmanes creen que las diez últimas noches del Ramadán son las más sagradas de todas, y se esfuerzan por aumentar aún más su culto durante ese tiempo. La noche más sagrada de todas, la Noche del Poder, cae en una de las noches impares del último tercio del Ramadán. Dios menciona en el Corán que la Noche del Poder es mejor que mil meses (97:3). En otras palabras, la adoración en esta única noche vale más que la adoración de mil meses. Por ello, los musulmanes buscan esta noche especial permaneciendo despiertos en adoración durante las noches impares de los últimos diez días de Ramadán.

Aunque el ayuno pueda parecer severo y difícil, es realmente un tiempo gratificante para los musulmanes. Cada año, los musulmanes experimentan una emoción y un júbilo únicos cuando se acerca el Ramadán. Se limpian las casas, se hacen las compras, se prepara a los niños y, sobre todo, se hacen muchos propósitos.

Aunque la rutina diaria del trabajo y el hogar continúa, los musulmanes dedican un tiempo extra a la alimentación espiritual y la introspección. Se suelen asumir compromisos que van desde la recitación y el estudio del Corán hasta el aumento de la caridad o la asistencia nocturna a oraciones adicionales para cosechar los frutos del mes de ayuno.

Y, a medida que el mes se acerca a su fin, un sentimiento de tristeza invade a los fieles, nostálgicos por la partida del bendito mes que parecía haber pasado volando.

Celebración del Eid-el-Fitr

El final del Ramadán está marcado por la aparición de la luna nueva, a la que sigue un día de celebración conocido como Eid-el-Fitr. Las familias se levantan temprano por la mañana, se ponen sus mejores galas y acuden a la mezquita para un breve sermón de Eid y la oración en congregación. Dan gracias a Dios por haberles dado la oportunidad de vivir el mes sagrado del Ramadán. El día está lleno de celebraciones, reuniones sociales, comidas festivas y modestos regalos, especialmente para los niños.

Antes de asistir a la oración del Eid, el cabeza de familia o tutor da una limosna especial en nombre de cada miembro dependiente de la familia llamada Zakat-el-Fitr. Se trata de dar una comida a una persona necesitada para asegurarse de que nadie quede excluido de esta feliz ocasión y para animar a la gente a continuar con el espíritu de generosidad también después del Ramadán.

La celebración del Eid no consiste sólo en festejar y socializar. Tiene un profundo significado para quienes realmente han observado el mes sagrado con su ayuno, absteniéndose de todo mal hábito y esforzándose por ganarse la complacencia de Dios. Los musulmanes se sienten felices y con energías renovadas para afrontar el resto del año con fe y determinación... ¡hasta el próximo Ramadán!

Fuente del artículo

¿Por qué Islam?

El proyecto de 877-WHY-ISLAM fue lanzado en 1999 por un grupo de voluntarios asociados con el Círculo Islámico de Norteamérica (ICNA). Se inspira en el siguiente versículo del Corán: “Convoca al sendero de tu Señor con sabiduría y bellas palabras. Arguméntales de la mejor manera” (16:125). El objetivo principal del proyecto es proporcionar información precisa sobre el Islam, la religión de más rápido crecimiento y practicada por más de 1.600 mil millones de personas en todo el mundo. Al hacerlo, espera eliminar estereotipos equivocados y falsos conceptos del Islam y los musulmanes.