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El Islam: La Fe de Todos Los Profetas

Introducción

El Corán afirma que todas las naciones de distintas épocas han recibido un Mensajero que les enseñó la religión de Dios ("Alá" en árabe). A Muhammad, la paz y las bendiciones de Dios sean con él (ﷺ), se le anunció en el Corán:

El Corán, 35:24

Te he enviado con la Verdad, como albriciador y amonestador; no hubo ninguna nación a la que no se le haya enviado un amonestador.

Todos los mensajeros han traído la religión verdadera y no han diferido en la fe, los fundamentos de la ley y los valores morales.

El Islam no procede de una persona ni de una raza ni de una tribu ni de un país en particular, lo que indica que es una religión para toda la humanidad, que no fue fundada por una persona para que se adhiera a su nombre, sino que tiene nombre propio: Islam.

El Islam que predicó el último de los profetas, Muhammad ﷺ, hace más de mil cuatrocientos años, es una continuación de la fe que predicaron todos los mensajeros de Alá. El Corán prescribe a los musulmanes creer en lo que creyeron todos los enviados anteriores, como Abraham, Isaac, Jacob, Moisés y Jesús (Corán 2:136), la paz de Dios sea con todos ellos.

Es interesante el hecho de que en el Corán se nos mencione el legado que Abraham (el padre de los profetas) y Jacob entregaron, cuando estaban en el lecho de su muerte, a sus hijos. Les dijeron:

El Corán, 2:132

¡Oh, hijos míos! Dios les ha elegido esta religión, y no mueran sin haber entregado su voluntad [a Dios].

Esta religión es una extensión de la que Alá había revelado a Sus mensajeros y profetas con anterioridad. La creencia es la misma, no cambia en nada en su origen. Lo que sí cambia son las leyes y los detalles relacionados con la aplicación diaria de la religión, mismos que tienen una relación directa con las necesidades y la situación de cada nación a la que fue revelada. Pero, con la llegada del sello de todos los profetas, Muhammad ﷺ, se estableció una ley única e inmutable para toda la humanidad que tiene aplicaciones muy variadas, de tal manera que es universal.

Por esto mismo, el Corán aclara que la fe es una y es el Islam, y que las diferencias existentes entre las religiones abrahámicas en cuanto a la creencia no son sino distorsiones que las alejaron de lo que predicaron los enviados de Alá (Corán 3:19).

La Humanidad de los Profetas

En muchas aleyas del Corán se confirma que los profetas fueron seres humanos como los demás, a los que Alá favoreció con la revelación de Su mensaje. Es cierto que no existe diferencia entre ellos y nosotros en cuanto a la naturaleza humana, pero el hecho de que hayan sido escogidos por Alá los eleva a un nivel superior de pureza, rectitud y sinceridad, características esenciales para que hubieran podido cumplir con su misión.

Esto se menciona en el Corán cuando se nos dice:

El Corán, 18:110

Diles: “Yo no soy más que un hombre a quien se le ha revelado que solo deben adorar a Dios."

Los profetas fueron todos seres humanos, nacieron como nacen los humanos, murieron como mueren los humanos, se enfermaron como los humanos y no se distinguieron de los humanos en su constitución física ni en sus necesidades fisiológicas.

No tenían nada de divinos, pues la divinidad Le pertenece exclusivamente a Alá. Fueron solo seres humanos a los que se les reveló un mensaje, es decir, recibieron la revelación por medio de los ángeles u otras formas. Las naciones antiguas se sorprendían de la revelación y Alá les censuraba su sorpresa, pues no tenían motivo para ello, ya que ese era el modo de hacerles llegar la guía divina y las enseñanzas de Su religión (Corán 10:2).

La Moderación Respecto al Rango de los Profetas

Alá escogió a las mejores personas de Sus criaturas para que cargaran con la responsabilidad de recibir y transmitir el mensaje. Fueron seres humanos con grandes cualidades. El Corán los describe como bien guiados, bondadosos, piadosos y favorecidos por encima de toda la creación (Corán 6:84-87).

El Corán confirma que los profetas fueron seres humanos como los demás, a los que Al-lah favoreció con la revelación de Su mensaje.

Si uno de los enviados de Alá caía en una falta, Alá se la censuraba de inmediato para que se retractara y arrepintiera, y Su enviado así lo hacía al instante. Este tipo de faltas se dieron únicamente en situaciones donde ellos intentaron aplicar su juicio personal sobre algún asunto respecto al cual no había una revelación, y en ningún caso se trató de una violación intencional de los mandatos de Alá.

Encontramos que el Corán da una descripción muy detallada sobre los profetas, en la que no hay exageración ni desprecio. Se les concedió la infalibilidad en la transmisión del mensaje divino, pero, aun así, no son divinos ni hijos literales de Alá, y no poseen ninguna característica divina ni dominio sobre la creación.

Una muestra de ello es el diálogo que nos cita el Corán para exponer la inocencia del Profeta Jesús (la paz sea con él) respecto a la adoración que la gente le ofrece:

El Corán, 5:116

[El Día del Juicio] Dios dirá: “¡Oh, Jesús, hijo de María! ¿Acaso tú dijiste a la gente: ‘Adórenme a mí y a mi madre como divinidades junto con Dios?’

Dirá [Jesús]: “¡Glorificado seas! No me corresponde decir algo a lo que no tengo derecho. Si lo hubiera dicho, Tú lo sabrías. Tú conoces lo que encierra mi alma, mientras que yo ignoro lo que encierra la Tuya. Tú eres Quien conoce lo oculto. No les transmití sino lo que Tú me has ordenado: ‘Adoren solo a Dios, mi Señor y el suyo’. Fui testigo de sus acciones mientras estuve con ellos; pero después de que me elevaste, fuiste Tú Quien los vigiló. Tú eres testigo de todas las cosas. (El Corán; 5:117).

Todo aquel que lee el Corán también sabe que capítulos enteros de este libro son nombrados con los nombres de los distintos profetas, como Abraham, e incluso Alá llamó a uno de los capítulos “María”, por la inmaculada madre de Jesús (la paz de Dios sea con ella).

Qué Opina el Islam de los Profetas

La gran mayoría de personas cree que el Corán habla solamente de Muhammad ﷺ. La sorpresa y admiración se apoderan de ellos al enterarse de que, contrario a lo que piensan, se cita a Jesús (la paz sea con él) honrándolo y aclarando la verdad sobre él, y que es mencionado 25 veces; o a Moisés (la paz sea con él), quien es nombrado 136 veces; mientras que al Profeta al cual se le reveló el Corán, es decir, Muhammad ﷺ, se lo cita tan solo 5 veces.

Si bien es cierto que en algunas religiones se niega y rechaza la misión de uno u otro Profeta, en varias aleyas del Corán se destaca y confirma el hecho de que una persona no puede considerarse como musulmana si no cree en todos los profetas, sin discriminación. Por lo tanto, si un musulmán niega a un Profeta, duda de la veracidad de su misión o lo acusa falsamente de algo, automáticamente dejará de ser parte del Islam. Un ejemplo claro lo encontramos en la cita del Corán en la que se menciona que el mismo Profeta Muhammad y quienes lo siguieron, creen en el mensaje que le fue revelado y que, por lo tanto, creen en Alá, Sus ángeles y todos Sus profetas sin diferenciar entre ellos, es decir, sin discriminar en la creencia a unos de otros (Corán 2:285).

Fuente del artículo

Este es el Islam

Una visión reveladora sobre la religión de más rápido crecimiento en el mundo. Le agradecemos haber completado su lectura del libro y esperamos que lo haya llevado a plantearse preguntas serias o que haya estimulado algunas de sus ideas ya existentes. Nos gustaría conocer su opinión, preguntas u objeciones, las cuales analizaremos con mucha atención.