Comunidad Islamica Hondureña (Honduras)
21/12/2024
El Islam: La Fe de Todos Los Profetas
25/12/2024
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El Dios Único sin Intermediarios

El Islam establece que la base teórica de la creencia no es suficiente para ser un creyente, pues si el Soberano y Creador es uno, entonces Él debe ser el único adorado.

La Significa de la Palabra Allah (Alá)

La palabra Allah (Alá) en árabe tiene tres significados:

  1. El ser adorado a Quien la gente dirige sus rezos, ayunos, sus sentimientos y todos sus ritos de adoración, es decir, Dios.
  2. El ser que es Magnífico en Su esencia, atributos y gloria, de modo que la mente humana no puede concebirlos en su totalidad.
  3. Aquel a Quien los corazones se dirigen y mencionan, y se complacen con Su cercanía y adoración.

El Corán enfatiza la necesidad de corregir el concepto de Dios y purificarlo de los defectos e invenciones que disminuyen Su magnificencia.

Sus Atributos

Tal como establece el Corán, Alá es el Creador y Originador de todo cuanto existe y de todo lo que sucede, sin importar si es un acontecimiento insignificante. Todo pasa por Su voluntad, Su planeación y Su sabiduría. Es así que ninguna hembra queda preñada y da a luz, ni sucede algún cambio en el día o la noche, evidente u oculto, que se escape al conocimiento de Alá, Su designio y misericordia (Corán 41:47 y 6:59).

Dios tiene los más bellos y perfectos atributos, es el Fuerte que no es vencido, el Misericordioso, cuya misericordia abarca todo, el Magnífico, cuya magnificencia no tiene defecto alguno.

Uno de los asuntos más claros en el Islam y el tema principal de la prédica de todos los enviados de Alá, como nos asegura el Corán, es la obligación de adorar únicamente a Alá.

Como algunas personas alegaron que Alá creó los siete cielos y la Tierra en seis días y luego descansó, se reveló en el Corán lo que niega tal alegato de modo tajante:

El Corán; 50:38

Creé los cielos y la Tierra y todo cuanto existe entre ambos en seis eras, sin sufrir cansancio.

Ese argumento de que Dios descansó solo se da cuando se iguala al Creador con la criatura, ¡y cómo puede ser el Creador igual a Su criatura!:

El Corán; 42:11

No hay nada ni nadie semejante a Dios, y Él todo lo oye, todo lo ve.

Dios, Glorificado sea, es el Sabio y Justo, no oprime a nadie en nada, y vemos Su sabiduría y justicia en esta vida. Así como a los niños les cuesta entender algunos comportamientos de sus padres por la diferencia en el alcance del pensamiento, también a los hombres les es imposible entender algunas de las expresiones de la sabiduría divina en Sus criaturas y Su voluntad.

El Islam no se conforma con esto cuando establece que la base teórica de la creencia no es suficiente para ser un creyente, pues si el Soberano y Creador es uno, entonces Él debe ser el único adorado. Por tanto, no es lícito dirigir ningún rito de adoración o plegaria a otros que no sean Alá, sino que Él merece la adoración exclusiva, sin intermediarios ni intercesores, pues el Creador está por encima de todo eso.

Un rey o gobernante en este mundo no puede conocer la situación de los necesitados y los débiles, ni llegar a ellos sino es a través de asistentes y allegados que le hacen saber la situación de sus súbditos para ayudarlos. Pero Dios no es humano, Alá conoce lo evidente y lo oculto, es el Fuerte, el Soberano, el Poderoso, y todo el universo está en Sus manos, bajo Su mandato, y si desea algo le dice: “¡Sea!”, y es; Él conoce todo cuanto necesitan los seres humanos… entonces, ¿por qué dirigirse a otros?

El Corán confirma que la paz interior y la tranquilidad de la persona no se pueden alcanzar a menos que recurra a su Señor exponiéndole sus necesidades, ya que Él es el Todopoderoso, Quien ama a Sus siervos, es Benevolente y está cerca de ellos. Le gusta que le pidan de Su favor, y recompensa a Sus siervos en base a su entrega y confianza en Él (Corán 2:28 y 16:62-63).

Por esto mismo, uno de los asuntos más claros en el Islam y el tema principal de la prédica de todos los enviados de Alá, como nos asegura el Corán, es la obligación de adorar solo a Alá sin adorar a otros (Corán 27:36).

Ninguno de los enviados de Alá, ni ángel ni hombre piadoso, por más fe que tengan, pueden recibir plegarias con la excusa de que son intermediarios entre Alá y Sus siervos, pues todos son criaturas de Alá, y Alá está cerca de Sus siervos, oye sus palabras y responde a sus ruegos cuando Lo adoran solo a Él.

Cómo no va a encontrar la felicidad y la tranquilidad quien se encomienda exclusivamente a Alá! Esto porque no existe confusión ni distracción, ya que el Señor, el Creador y a Quien se adora es Uno y Único, por lo tanto, no hay un solo acto de adoración que se dirija a otro distinto a Alá, Glorificado sea. Ese es el tema y significado de una de las suras (capítulos) cortas más importantes y conocidas del Corán, la sura 112: El Monoteísmo.

Capítulo: La Adoración Pura

En ella, Alá ordena a Su Profeta Muhammad que lo anuncie con toda claridad y como si respondiera a la pregunta: ¿Quién es Al-lah?

  • Alá es Uno y no tiene copartícipes en la adoración.
  • Alá es a Quien le confías tus asuntos, y recurren a Él las criaturas para pedirle satisfacción a sus necesidades.
  • No se Le atribuye hijo alguno ni fue engendrado por nadie, pues es el Primero, y antes de Él no hay nada.
  • No tiene quién se compare con Él pues es el Creador, y todo lo demás es creado.

Entre la ley natural y la ley prescrita Alá creó todo este universo que habitamos, empezando por la célula más simple en nuestros cuerpos y otras partículas menores, hasta las galaxias más lejanas que pueden ser captadas por nuestra tecnología actual, con una precisión infinita y plena, con un orden sorprendente sin el cual no podría haber vida. Todos los biólogos aseguran que un desorden en este sistema nos llevaría a la destrucción.

El musulmán cree firmemente que el Creador que diseñó este universo sorprendente, para el que dispuso una serie de leyes precisas que lo gobiernan, sabe qué es lo que más le conviene al ser humano y cuál es el sistema legal, las leyes y la forma de vida más adecuada. Es así que la religión que designó para la humanidad es el único sistema que asegura a la humanidad no caer en las garras de la injusticia.

Alá, Glorificado y Exaltado sea, dijo:

El Corán; 67:14

¿Acaso no lo va a saber Quien todo lo creó? Él es el Sutil, el que está bien informado.

No Hay Sacerdocio en el Islam

Vemos que en la mayoría de las religiones se da cierto privilegio a algunos individuos sobre otros, y se relaciona la adoración de la gente y su fe con la complacencia de esos individuos y su aprobación. Ellos, según estas religiones, son los intermediarios entre la gente y la deidad, son los que administran el perdón y hasta conocen lo oculto, y se enseña a los fieles que desobedecerlos causa la perdición. El Islam, en cambio, no presenta la idea del “hombre religioso”, pues honró al ser humano y lo dignificó, liberándolo de toda autoridad espiritual para hacer de intermediario entre él y Al-lah, negando que la felicidad humana, el arrepentimiento o la adoración estén ligadas a personas específicas, por más piadosas y virtuosas que sean.

Así también, proclama que no es correcto que la autoridad académica alegue que el conocimiento religioso es exclusivo de un grupo selecto de personas. En este sentido, vemos que el Corán no solo declaró que el conocimiento religioso es derecho de toda la gente, sino que es una obligación, pues prescribe a todos los musulmanes leer el Corán, comprender su significado y luego practicarlo (Corán 38:29).

El Islam honró al ser humano y lo dignificó, liberándolo de toda autoridad espiritual que pretenda hacer de intermediario entre él y Al-lah, negando que la felicidad humana, el arrepentimiento o la adoración estén ligadas a personas, sin importar cuán virtuosas sean.

La fe y la forma, que se expresan por medio de los actos de adoración, son hechos privados entre la persona y su Señor, es decir, es directa, no hay nada ni nadie que intervenga e interceda, porque Al-lah, Glorificado sea, está cerca de Sus siervos, oye sus súplicas y las responde, ve cómo Lo adoran, y, por ello, les da firmeza en la fe.

En cuanto al perdón, no existe nada ni nadie con el poder y la facultad de perdonar más que Al-lah. Es así que, cuando la persona se arrepiente con sinceridad, Él la perdona. Todo lo anterior sucede porque Al-lah está cerca de cada ser humano, está dispuesto a responder las súplicas de quien Le implora. Dijo en el Corán:

El Corán; 2:186

Y si Mis siervos te preguntan por Mí [¡oh, Muhammad!, diles] que estoy cerca de ellos. Respondo la súplica de quien Me invoca. [Entonces] que Me obedezcan y crean en Mí, que así se encaminarán.

El Corán afirma que Dios está cerca de todo aquel que Le dirija sus súplicas.